Gustavo Rosas

Sin prisa pero sin pausa

Como la luz se filtra pacíficamente entre la intimidante oscuridad de la noche para lograr que amanezca.  Como el agua fluye entre las rocas y se incorpora suavemente en el impetuoso océano.  Como un paso se suma al otro y amablemente va dejando atrás al camino.  Como se van formando una a una despacio, pero sin detener su proceso, las células de la piel para reparar una herida.  Como el jueves espera a que concluya el miércoles y no se apresura por dejarle el lugar al viernes hasta que sea el momento.  Como el Maestro conservó la calma en medio de la tormenta y primero pidió detenerse al viento y luego tranquilizó al agua sin intentar resolverlo todo al mismo tiempo.  Así, en un movimiento continuo pero cadencioso, ocurren las mejores cosas.  El fruto crece y madura sin ruido, dentro de la serenidad y no en medio de la tormenta, día tras día, a su tiempo.  Así es como se recupera el espíritu: sin prisa pero sin pausa.

Gustavo Rosas Goiz
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Gustavo Rosas Goiz
Lo mío es contar, por eso cuento lo que se cuenta. Lo que sé: cuenta.

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