Cultura Derecho

La expectativa de la amnistía fiscal

América Latina debe buscar su propia voz.

Su ontología. Su modo de ser

 en el mundo. Su filosofía.

 

José Pablo Feinmann

Dr. Silvino Vergara Nava

El próximo 15 de diciembre de 2018 es la fecha límite para que la administración pública federal presente tanto el presupuesto de egresos como la ley de ingresos del próximo ejercicio fiscal de 2019 ante el Congreso de la Unión, concretamente ante la Cámara de Diputados. Dentro de las expectativas al respecto, está que se incluya un programa de condonación de adeudos fiscales para los contribuyentes.

Desafortunadamente, existe en el ambiente una cierta adversidad al respecto del programa. Se ha sostenido en los últimos tiempos que esos programas de condonación solamente sirven para que se beneficien las grandes empresas, en particular las transnacionales que se valen de ellos para regularizarse ante el fisco federal. Sin embargo, esto no es así, es decir, si bien puede suceder que se favorezcan este tipo de personas morales, lo cierto es que también se auxilia a una gran cantidad de contribuyentes —sobre todo, las empresas mexicanas, medianas, pequeñas y micro—; pues, debido a la complejidad de las leyes, el incremento de las obligaciones, en particular las informáticas, se han provocado inconsistencias, irregularidades, incumplimientos que hacen que muchos de los contribuyentes acarreen problemas fiscales, no únicamente adeudos fiscales, sino la falta de cumplimiento de obligaciones que los ingresa en las listas negras, que tienen sus cuentas bancarias embargadas, que han sido boletinados en el buró de crédito, que se encuentren, para la autoridad fiscal, como no localizados en sus domicilios fiscales o, bien, que tengan cancelados sus certificados de sellos digitales impidiéndoles expedir comprobantes fiscales y bien, cumplir con el envío de la contabilidad electrónica ante el SAT. Por ello, resulta necesario que se implemente ese programa de regularización.

Además, el programa de regularización permite legitimar al nuevo gobierno. Por lo que, si una de las propuestas del gobierno federal es implementar un plazo de seis meses en el próximo año para que no se realicen inspecciones, visitas, auditorias a los contribuyentes, entonces, el mejor complemento de esa medida son los programas de condonación de adeudos fiscales. Y, si la propuesta de la administración pública federal actual es implementar listas blancas que consisten en la publicación de contribuyentes que, una vez que han sido revisados, se acredita que han cumplido con sus obligaciones fiscales, desde luego que la mejor forma de legitimar esa serie de programas es que se establezcan estos programas de condonación. Pero no deben estar limitados solamente a los que no han obtenido previamente una condonación, pues provocaría claras discriminaciones; estos programas tampoco deben abarcar únicamente descuentos, sino que deben incluir regularizaciones sobre toda esa serie de inconsistencias ya comentadas: desbloqueo de cuentas, bajar a los contribuyentes de las listas negras, tener por localizados a los contribuyentes, etc. Pues bien, habrá que esperar que en ésta semana se implemente ese programa en la iniciativa de ley de ingresos para 2019, pues no es que se trate de una dádiva del Estado, ni una acción de buena voluntad, sino que resulta obligatoria. Si la propuesta es la cuarta transformación de la nación y dentro de ella debe estar el respeto y la garantía a los derechos de los gobernados, dentro de estos se encuentran, desde luego, los contribuyentes, sobre todo los de a pie.

Silvino Vergara Nava
Silvino Vergara Nava
Doctor en Derecho por la Universidad Panamericana, y la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Litigante en materia fiscal y administrativa. Profesor de Maestría en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Escuela Libre de Derecho de Puebla.

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