Silvino Vergara

99 años de nuestra Constitución.

“99 años de nuestra Constitución”

 

Dr. Silvino Vergara Nava

“un abucheo no basta. Es precisamente el flagrante

abandono del interés público, la responsabilidad y

el compromiso con la autentica democracia por

parte de los políticos lo que ha movido a gente de

todo tipo a hacer frente a gases lacrimógenos,

atomizadores pimienta, granadas detonadoras…

Indignado ante la incapacidad de los políticos…”

Greg Ruggiero

 

Este año cumple 99 años la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, y en honor a este aniversario la Cámara de Senadores tuvo el tino –o la puntada- de abrir un debate en el primer semestre de 2016 para analizar la posibilidad de cambiar la actual Constitución de 1917, asumiendo que; los tiempos actuales no son acordes a la Constitución vigente.

Es lo más probable que después de tozudas discusiones, profundas disertaciones, elocuentes razonamientos, discursos decorativos de prestigiados académicos, políticos, juristas, teóricos, economistas, sociólogos, todos al amparo y el sustento económico del Estado finalmente, la modifiquen. Sin embargo, antes de modificarla habremos algunos que se oponen rotundamente a ese cambio de la Carta fundamental del aun Estado mexicano, y que, desde luego hay más de diez razones de peso que hacen inviable no únicamente una nueva Constitución, sino a la propia comisión revisora de este proyecto.

Para iniciar sobre esta absurda inviabilidad, habría que considerar si es que, el día de hoy contamos con las herramientas académicas, teóricas, jurídicas, culturales, sociales e incluso de nuestro propio lenguaje, para intentar por lo menos pensar en eso. Resulta que, si hacemos memoria, para que se conformara el código civil alemán, se tardó 96 años en comparación con el francés para su institución, pues a consideración de muchos de los teóricos del siglo XIX, -F. Von Savigny- desde el propio lenguaje, es decir, el idioma alemán, no estaba en condiciones aun de contar con la creación de un código, pues era necesario hacer un trabajo que perdurara, que fuera lo más permanente posible, que los principios en que se sustente no sean modificados, o bien, corra el riesgo que sean olvidados por las futuras generaciones (VIGO, Rodolfo Luís, ”De la ley al derecho”, Editorial Porrúa. México, 2003) Y ese es uno de los múltiples problemas que afrontar para la idea desatinada de una nueva Constitución.

Si analizamos el caso del código penal nacional de Argentina en su discusión para su aprobación se tardó más de esos seis meses propuestos para el estudio en la viabilidad de una nueva Constitución, debido a muchos debates que se presentaron y esto solamente en una rama del derecho que es el derecho penal. ¿Qué sucederá con los múltiples temas que contiene una Constitución? una de las discusiones de dicho código penal, fue respecto a si la pena de prisión por más de 30 años se puede comparar a la pena de muerte que esta prohibida, de ser así, entonces, las penas de prisión por mas de 30 años también estarían prohibidas. En el caso de este absurdo proyecto de una nueva Constitución ese tiempo para tantas materias es ridículo. Lo primero que habría que preguntarse es ¿Quién propuso-impuso esa misión al Senado?, que grupos parlamentarios y con que argumentos lo están poniendo en la palestra, pues si se trata de poner la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos acorde a la actualidad, ¿Quién y como analizara que parte de la Constitución esta acorde a la actualidad y que parte no esta de acuerdo con la realidad? Lo que es evidente es que, el lapso de seis meses para rendir un informe y con ello conformar una nueva Constitución, es una bofetada al simple sentido común de la población. Al final, esta claro que firmas de servicios jurídicos extranjeras al amparo de excesivos honorarios, se encargaran de hacer el proyecto y las partituras que se leerán en esos debates del primer semestre.

Así como hay un dicho de los antiguos que dice: “nadie saber lo que tiene, hasta que se cambia de casa” esto es lo que sucederá con nuestra Constitución, si al final desafortunadamente la abrogan para conformar una nueva, lo que sucederá es que nos habremos dado cuenta que hemos perdido los gobernados derechos, es decir, victorias ante el Estado y el Poder, batallas que han forjado a la nación mexicana, desde los Morelos hasta los Cárdenas serán olvidados, todo por una nueva lista pomposa de nuevos constituyentes en las marquesinas y en los libros de texto. Sucederá, como sostenía en el siglo XIX en nuestra América latina Juan Bautista Alberdi: “Hemos querido remediar los defectos de nuestras leyes patrias… dando otras en su lugar, con lo cual nos hemos quedado de ordinario sin ninguna, porque una ley sin antigüedad no tiene sanción, no es ley… la novedad de la ley es una falta que no se compensa por ninguna perfección, porque la novedad excluye el respeto y costumbre y una ley sin esas bases es un pedazo de papel, un trozo literario…” (SPISSO, Rodolfo, R. “Derecho Constitucional Tributario” Abeledo Perrot, Buenos Aires 2009)

¿Cuál será la posición de los jueces, profesores, litigantes, asesores, políticos al respecto? desde luego que, en la abundante mayoría sucederá que, como vivimos una época de cambios, dinamismo, y que nada es quieto, por el contrario todo fluye, como lo sintetiza en dos palabras Z. Bauman: “tiempos líquidos” (BAUMAN Zygmunt “Tiempos líquidos”, Ensayo Tus Quets, México, 2013) la gran mayoría verá ese proyecto con optimismo, con los buenos ojos que da a veces, la buena fe, la indiferencia, o bien, el propio desconocimiento, como es el de algunas de las generaciones nuevas de estudiantes que no se les esta permitiendo comprender y razonar estos problemas verdaderamente graves –y no como los debates enigmáticos que se presentan en la Suprema Corte de Justicia de la Nación como aquel que versa sobre si procede en primer término el apellido paterno o materno en el nombre de las personas- debido a que en los programas de derecho han prácticamente desaparecido las materias de sociología jurídica, lógica, filosofía del derecho, o bien, son simples mini-cursos de verano, como será la nueva Constitución mexicana, es decir, una ocurrencia de temporada.

Silvino Vergara Nava
Silvino Vergara Nava
Doctor en Derecho por la Universidad Panamericana, y la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Litigante en materia fiscal y administrativa. Profesor de Maestría en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Escuela Libre de Derecho de Puebla.

One Reply to “99 años de nuestra Constitución.

  1. En México hemos adoptado desde del siglo XIX el deporte de creer que modificando leyes podemos ser mejores ciudadanos, mejor sociedad. Pretendemos a través de ordenamientos legales que la gente deje de consumir calorías, lea a un solo precio, a comprar placas fantasmas. Si no podemos cumplir con lo ordenado ya, menos con las novedades que no van a estar al gusto del “consenso” de nuestros representantes. Gracias, Doctor Vergara, por su reflexión.

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