Silvino Vergara

Estado tóxico III.

“Estado Tóxico”

Parte III

Dr. Silvino Vergara Nava.

“Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo;

unos no duermen por la ansiedad de tener las

cosas que no tienen, y otros no duermen

por el pánico de perder las cosas que tienen.

El mundo al revés nos entrena para ver al prójimo

como una amenaza y no como una promesa,

nos reduce a la soledad y nos consuela

con drogas químicas y con amigos cibernéticos.”

Eduardo Galeano

Para mantener vigente al Estado, y mejor aun al Estado de derecho, que ha demostrado su ineptitud para poder justificarse ante su población, y que ha provocado la insensibilidad con la propia ciudadanía, conformando un vacío cada día más amplio que no se ubica como se pueda llenar, por el contrario cada día resulta más oscuro. Así, el Estado actual dejó la visión del Estado denominado de bienestar o social de derecho que buscaba la plena satisfacción de las personas, lo cual ni se pudo cumplir, y siempre se desvió, transformando a los ciudadanos en simples consumidores de servicios del propio Estado, por su parte, el Estado con excesivas cargas económicas y obligaciones sociales como lo son los absurdos extremos hasta llegar a regalar televisiones, tratando de proteger a los más pobres, que no lo están por no mirar televisión, sino precisamente por lo contrario.

Entonces, ante el final de ese Estado “compasivo” con su población, se necesitó de otros derroteros, que siempre han funcionado, y que se hace uso de estos cuando las crisis son evidentes que es: el miedo, cita el profesor argentino Elías Neuman: “Crear inseguridad es una forma concreta del ejercicio del control del poder, porque el miedo que engendra permite el dominio de las instancias profundad del ser. Si el poder controla los miedos de los habitantes, dispone de una formulación omnipresente y futura… porque habremos de cumplir puntillosamente aquello que se nos ordene. Somos la generación del miedo.” (NEUMAN, Elías. “El Estado Penal y La Prisión- Muerte”. Editorial Universidad. Buenos Aires Argentina, 2001)

Indudablemente, estamos en la generación de los miedos, pues de nada sirven los avances tecnológicos, científicos, médicos y jurídicos, resulta que no son suficientes, pues de todas formas no evitan los temores de la población pero que, por su parte, permiten mayor poder del Estado sobre éstos gobernados, cita el filosofo norteamericano Chomsky: “Aumenta el nivel de inseguridad y aparecen otros síntomas de desintegración social. La mayor parte de los delitos los cometen los pobres contra otros pobres, pero se produce un efecto derrame a otros sectores más privilegiados… El único tipo de respuesta que tiene a su alcance el gobierno en esas condiciones consiste en apelar al miedo de la población para aumentar la represión, atacar las libertades civiles y tratar de controlar al los pobres, fundamentalmente por medio de la coerción” (CHOMSKY, Noam “Cómo Funciona el Mundo” Katz Editores. Argentina, 2013) de esta forma se conforma la colisión jurídica entre la libertad y la seguridad, las leyes, instituciones, organizaciones se transforman para otorgar mayor seguridad pasando por encima de la libertad, el problema es que actualmente perdemos los derechos de libertad, sin obtener seguridad, y el propio Estado, a sabiendas de esta situación, incrementa las medidas de seguridad, que representan un mayor control a la población, fin principal del Estado, como lo citaba el profesor francés M. Foucault, desde su explicación sobre el Estado vigilante.

De esta forma pareciera que todas las medidas y políticas publicas del Estado son con la finalidad de conformar una mayor vigilancia a sus gobernados, ante el riesgo de asaltos y robos, el dinero de la población en el banco –donde se encuentran también inspeccionados- ante la existencia de agresiones, registros de la población en diversas instituciones administrativas, para ejercer el derecho a votar, se debe estar inscrito en una dependencia, para obtener un servicio social: censado, todo ello con la finalidad de mantener la vigencia del Estado, como cita el profesor Zaffaroni: “Cuando se pone en funcionamiento un reactor nuclear, no se le puede detener, de modo que siempre debe haber personal de mantenimiento y renovarse constantemente los equipos… El derecho de huelga en este ámbito no sea admisible y que los dispositivos de seguridad y policiales, frente a dicho peligro, virtualmente deban disponer de poderes ilimitados, lo que tendería a generar una forma de autoritarismo… que es lo que se ha llamado el “Estado nuclear”. Todos los derechos humanos podrían ser violados con el pretexto con la amenaza real del terrorismo nuclear.” (ZAFARONI, Eugenio Raúl. “Criminología Aproximación Desde Un Margen”. Editorial Temis. Bogotá, 2003) En resumen, el derecho al miedo es una característica del Estado Tóxico.

 

Silvino Vergara Nava
Silvino Vergara Nava
Doctor en Derecho por la Universidad Panamericana, y la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Litigante en materia fiscal y administrativa. Profesor de Maestría en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Escuela Libre de Derecho de Puebla.

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