Rosendo Rosas

Punto final

Día 4 y 5.

Finalmente, después de preocupaciones, logramos resolver el problema, esa es una de las cosas que nos da la experiencia. La experiencia que me deja este viaje es que pase lo que pase no debo perder la calma, las situaciones pueden detonar simplemente si contribuimos al caos.

Ver a Españoles y Portugueses trabajando en un proyecto sin saber nada del país, me hace ver por que aunque estén en crisis saldrán adelante, el ser intrépidos, aventureros y no tener miedo para realizar proyectos que parecen imposibles es lo que los coloca aveces adelante, hay que reconocerlos, son arrojados y no les importa la distancia y el riesgo. Aman la aventura.

Después de este viaje pienso que generalmente buscamos simplemente un punto de comodidad o llegar a un lugar en nuestra escala de bienestar para descansar, siempre queremos ser los mejores en todo, tener más que todos y trabajar poco, eso no es posible para poder realizar algo en esta vida, se debe luchar y no tener miedo a arrojarse a la aventura, intentar, intentar, intentar y saber esperar.

Sí extraño mi oficina. Mi expreso por la mañana, poder regañar a diestra y siniestra, ordenar, mandar, comer a mis horas, gastar, comprar equipo, recibir y correr clientes, siempre en un ambiente de dominio pleno de las cosas y de la situación, pero se que eso se va a acabar algún día por que como sucedió con la muralla china, me encerraré en mi mundo pensando que todo lo hago bien y no admitiré que nadie me diga absolutamente nada.

Aquí llegue solo con mi talento, me desenvolví tal y como soy, me mostre vulnerable y temeroso, pero al final los años de estudio y trabajo se anteponen al mayor de los miedos.

Entendí también que no hay que pelear por tratar a toda costa que los clientes permanezcan con uno, el mundo está lleno de oportunidades, solo hay que buscarlas y aventarse a tratar de alcanzarlas.

NO debemos ser de esas personas que quieren que se les reconozca antes de actuar, los que quieren obtener el mejor empleo sin esfuerzo o la mayor recompensa y cumplir un horario estricto, que no están dispuestos a dar una hora más por que no se les paga ni a aportar nada por que piensan se les roban sus ideas que son únicas.

La vida ahora me tiene aventuras, tendre que aceptarlas y adoptarlas con total enteresa y sentimiento de aventura, al final si no copio el arrojo y sentido de aventura que tienen mis compañero de grupo, es que no he aprendido nada.

No me gusta platicar de mis ancestros por que considero que cada quien vive su momento, pero recuerdo cuando mi Abuelo me contaba que él había aprendido a tomar vino de los viajeros Españoles y también a bailar paso doble, el abandonó el pueblo para salir a la ciudad, se movió de su punto de comodidad y algo que tengo que reconocer es que gracias a esa decisión hoy estoy aquí.

Ahora nos toca a nosotros salir de nuestra ciudad y comenzar a conocer el mundo, a mi Abuelo le enseñaron a tomar vino, a mí en este viaje me enseñaron a tomar riesgos, comienzo a sentirme un “ciudadano del mundo.”

Hasta la próxima.

Rosendo Rosas Goiz
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Rosendo Rosas Goiz
13 veces IRONMAN 70.3, maratonista, amante de los perros. Fundador de la Comunidad del Conocimiento A.C. Maestro y especialista en Derecho Fiscal, Contador Público Certificado y Abogado.

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