3 de noviembre de 1957

Es lanzado al espacio el Sputnik 2, el segundo artefacto lanzado a la órbita terrestre y el primero en llevar una ser viviente en su interior. Su pasajera era una perra de 3 años originalmente llamada Kudryavka (pequeña rizada), pero conocida como Laika. Laika fue seleccionada de entre 10 candidatos por su temperamento dócil. Un sistema de regeneración de aire le proporcionaba oxígeno y se le suministraba agua y alimento en forma gelatinizada. Debido a problemas con el aislamiento térmico, se alcanzaron temperaturas mayores a los 40°C, lo que hizo que Laika sobreviviera unas pocas horas en lugar de los 10 días previstos, muriendo por el sobrecalentamiento y el estrés. Aunque estaba contemplada la eutanasia administrándole alimento envenenado antes del regreso, ya que no había posibilidad de retorno a la Tierra. La misión le proporcionó a los científicos los primeros datos sobre el comportamiento de un organismo vivo en el entorno espacial. Después de Laika, ninguna otra misión con perros fue lanzada sin que existiera un sistema para el retorno seguro del animal.

Cuanto más tiempo pasa, más lamento lo sucedido. No debimos haberlo hecho… ni siquiera aprendimos lo suficiente de esta misión, como para justificar la pérdida del animal.”

Oleg Gazenko, uno de los principales científicos del programa de animales en el espacio, y entrenador de Laika