…Horas de estudio y trabajo van y vienen, desvelos, angustias, deterioro personal y desánimo.
Si buscas justicia debes estar preparado para lo peor…
…Las horas transcurren entre el desánimo, el estudio y el coraje de ser ciudadano. Difícilmente podrán tus hechos y actos poder ser valorados por las autoridades, eres gobernado, no te preocupes seguramente jamás tendrás la razón.
Mis días transcurren entre auditorías y autoridades, acostumbrado a la injusticia y a la falta de razón avanzo todos los días procurando hacer cada vez mejor mi trabajo y evitar así colocar a mi cliente en un estado que pueda afectar su situación económica.
Llega un citatorio por mail, comenzamos a correr como si hubiera sonado una sirena de ataque nuclear. Sabemos que tenemos solo unas horas para reunir toda la información que nos será requerida. No sabemos que año nos revisarán ni que tipo de impuesto será. Al día siguiente llegamos con la información requerida, comienza la auditoría. En este momento sabremos que durará 12 meses y que adicionalmente al trabajo diario que tenemos este ser verá incrementado por una serie de solicitudes y peticiones que en algunos casos irán más allá de la propia conciencia humana.
A lo largo de estos 12 meses una serie de convivencias y comentarios con funcionarios públicos nos preocupan y desgastan, el mayor temor ¿valorarán las pruebas? eso solo se sabe hasta que levanten la última acta parcial por lo pronto solo es cuestión de esperar y confiar en que quien nos revisa tenga el tiempo y la paciencia para poder revisar y valorar todas y cada una de las pruebas aportadas…la moneda está en el aire.
Cuando llega el día de la última acta parcial la sensación es como aquella que sientes en una montaña rusa, sin embargo como ya te has subido muchas veces a ese juego sabes en que terminará…no valoraron tus pruebas y es entonces que a partir de ese momento sabes que debe aflorar todo el aplomo que has podido juntar en tu vida profesional para que te enfrentes con tu cliente y le digas el resultado de esta prueba.
El proceso no ha terminado, todavía debes esperar la liquidación final con un pequeño 50% de aumento por la multa que como la levadura infla todo. Es entonces cuando debes tener la entereza para poder confiar en errores de procedimiento o de determinación que pueden tener las autoridades. Es momento que entren los abogados para poder buscar justicia y que te permitan valorar todas y cada una de tus pruebas.
Así suceden las cosas siempre y cuando tengas buenos asesores. Pero ¿Si no puedes pagarlos? ¿La justicia solo aplica a los que pueden pagar buenos asesores?
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