Silvino Vergara

Taurófilos vs Taurófobos

“Esto es una banderilla; la parte de abajo causa heridas leves al toro y la parte de arriba hay que reconocer que ha causado esta comisión.”

Diario “La Razón”

De nueva cuenta la controversia resalta entre la abolición de la tauromaquia (Taurófobos) o bien, su preservación entre algunos pocos que aun valoran la tauromaquia (Taurófilos) antes de que suceda tarde o temprano esta prohibición en México, valdrá la pena considerar estos muy breves puntos:
I.- Uno de los más importantes argumentos en contra de la tauromaquia -cita Fernando Savater (SAVATER, Fernando, “Tauroética” Ariel, Buenos Aires 2013)- es la compasión por los toros de lidia, que debido a su sufrimiento en el ruedo, se tiene que abolir la fiesta brava. Sin embargo, de seguir ese altruismo al animal, -que muere uno solamente cuando hay corridas de toros y que no es todos los días- debía entonces de llevarse a cabo, bajo esa congruencia, las manifestaciones de los opositores de ésta “barbarie”, no enfrente de las plazas de toros, -que solamente son los sábados o domingos- sino en la entrada de los restaurantes norteamericanos de comida rápida, -abiertos algunos las 24 horas- en los rastros municipales y privados, en las granjas, lo cual no se ha visto a la fecha, o bien, promover un extrañamiento jurídico internacional ante las oficinas de las autoridades de Canadá que permiten la matanza de focas sin compasión alguna, y así seguirse con la prohibición de la caza de animales, etc.. En todos estos casos no hay posibilidad alguna que los animales salgan vivos, ni puedan demostrar su fuerza y lucha contra la muerte, lo que si sucede en las corridas de toros, sin embargo, en las muertes subterráneas de los animales en aquellos lugares; nadie dice nada.

II.- La prohibición de las corridas de toros, así como de otro tipo de espectáculos, como serían las peleas de gallos es decir, los palenques –de los cuales casualmente los taurófobos acuden rutinariamente- la charrería, jaripeo, etc., representa que la población, sobre todo los más pequeños desaparezca ante ellos los animales salvajes de su vida, y sólo tienen presente a esos animales en los programas de televisión, perdiendo presencia efectiva en la vida cotidiana, haciéndonos la idea que, somos los únicos seres del planeta, por ello hoy los niños no saben como se obtiene la leche, la carne, los huevos, y cualquier vegetal, las excursiones de las escuelas no son a los museos o centros arqueológicos, son a aquellos centros de atracción americanos que con el nombre de “granja” muestran estos procesos como un espectáculo “cuasi anormal”. Así, la vida sin estos animales esta dejando todo en manos de monsanto y los transgénicos.

III.- En esta época de la humanidad que se le denomina pos modernidad o modernidad tardía, lo que se vive desafortunadamente es, en palabras del profesor Ernesto Garzón Valdez, “hipersensibilidad al infortunio”, (HUSTER Stefan, GARZÓN VALDÉS Ernesto, MOLINA Fernando “Terrorismo y Derechos Fundamentales”, Fontamera, México D.F., 2013) es decir, las malas ocasiones y experiencias de la vida las observamos y las sentimos como el fin de nuestra existencia, somos intolerantes a ellas, pero sobre todo, las que son intrascendentes, pues de las trascendentes nos hacemos a un lado, y esta discusión entre taurófilos y taurófobos es una de ellas, pues desde luego que, hay cosas mucho más importantes en las que nuestras autoridades deben de invertir el tiempo. Pensar que un partido político invierta tiempo, -ya ni pensar dinero- por lo pronto, horas, días, semana y meses en estas discusiones, representa: que no hay cosas más importantes de que preocuparse, o bien, que no tienen mayor capacidad para encontrar los problemas reales que aquejan a la sociedad, o finalmente que, como dijo Carlos Marx en el siglo XIX, -al que por cierto, nunca se le preguntó si era taurófilo o taurófobo- ante la ausencia de enemigos que combatir, para justificar la existencia de una institución, de un organismo, incluso, del Estado, hay que inventarlos, (ZAFFARONI Eugenio Raúl “La Cuestión Criminal”, Planeta, Argentina, 2012) y pareciera que hoy el enemigo artificial es la fiesta brava, pues es evidente que en Cataluña la abolición de la fiesta de los toros no fue por otra cosa, que por tratarse de un símbolo de su anhelada independencia de España, es decir, razón política, más que razones de altruismo a los animales.

IV.- México es un Estado laico, -así lo determina el articulo 40 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos- por ello las políticas públicas deben seguir este principio rector del Estado, so pena de resultar inconstitucionales, por ende, una autoridad legislativa o administrativa no puede establecer –como parte de ese Estado laico- la norma ética general obligatoria, (NINO, Carlos Santiago “Ética y Derechos humanos” Editorial Astrea, Buenos Aires, 2007) por el contrario, lo que debe de llevar a cabo es implementar las políticas y las disposiciones legales que permitan que convivan en un mismo espacio diversas formas de pensar y actuar, etc., lo contrario es criminalizar gustos, costumbres y formas de pensar distinto, es lo que sucedería si se prohíbe la tauromaquia, en resumen, lo que ayer era cultural, mañana será un delito, todo un reto para las autoridades al gobernar, respetar en la igualdad la desigualdad, sin embargo, nadie los impuso como autoridades, aceptaron sus cargos públicos, y sobre todo protestaron velar por la Constitución. Quedaron más puntos que considerar, ya será para otra oleada de esta absurda prohibición.

Silvino Vergara Nava
Silvino Vergara Nava
Doctor en Derecho por la Universidad Panamericana, y la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Litigante en materia fiscal y administrativa. Profesor de Maestría en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Escuela Libre de Derecho de Puebla.

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